Durante el fin de semana de Semana Santa me fui al Valle del Loira en Francia para pasar un fin de semana entrenando con algunos colegas para prepararnos para el IronMan de Zúrich. Tuvimos la suerte de poder quedarnos con unos amigos en sus apartamentos de vacaciones, ¡enfrente del impresionante castillo de su familia! ¡Pedazo vistas con las que levantarse por la mañana!
La verdad es que tuvimos a unos anfitriones perfectos y pudimos vivir como verdaderos atletas durante este fin de semana especial. No nos tuvimos que preocupar por las comidas, lo que para mí fue un detalle increíble que agradecí inmensamente, ¡sobre todo después de largas sesiones entrenando!
Si estás buscando un destino que no sea demasiado caro para entrenar para un triatlón (y desconectar), te recomendaría sin dudarlo el Valle del Loira: los paisajes son preciosos, es una región muy tranquila y, lo más importante: ofrece un montón de rutas sobre LLANO para entrenar en bici y corriendo, así que si las colinas te espantan tanto como a mí, ¡este es el lugar perfecto! (Échale un vistazo a una de las rutas en bici que hicimos en Strava). Además, también había algunos lagos increíbles para nadar (aunque el agua estaba algo fría a principios de abril…) y un precioso château antiguo para visitar en tus tiempo libre.
Nuestro diario de entrenamiento fue el siguiente:
Viernes Santo: recorrido de 105 km en bici seguido de una carrera de 10 km (en teoría iban a ser 6 km, pero acabamos haciendo 10 por culpa de mi terrible sentido de la orientación). Después fuimos a darnos un pequeño baño al lago para nadar un ratito, ya que el agua debía estar ¡a no más de 8 grados!
Sábado Santo: 95 km en bici, con un recorrido a contrarreloj a lo largo del río durante 50 km para darle un toque competitivo y aumentar el ritmo de la sesión de entreno. ¿Adivina quién volvió a perderse…? ¡Sí, yo de nuevo! Después tocaron 13,1 km de carrera a pie, ¡esta vez con las piernas algo más firmes que el día anterior después de la sesión en bici!
Domingo de Pascua: 140 km en bici, una ruta alucinante al sol, ¡incluso si hoy ya me pesaban un poco las piernas! Después hicimos una carrerita corta de 4 km ¡y listo!
Y finalmente tocó lo que estábamos esperando: la cena de Pascua y los huevos de chocolate! Menudo fin de semana, nos lo pasamos en grande y aunque fue duro entrenar tanto, me sentí muy satisfecha por haber conseguido hacer tantos kilómetros. También fue una ocasión perfecta para darle un merecido y prolongado recorrido a mi nueva y reluciente Felt AR5 durante 3 días intensos: la verdad es que es una máquina impresionante y simplemente atraviesa el viento como si nada en recorridos sobre llano. Cuando en el pasado tenía dificultades para intentar avanzar en bici cuando hacía viento, con la AR5 fue una verdadera maravilla, es una bicicleta con una capacidad de respuesta increíble y puedo alcanzar gran velocidad mucho más rápido y con la mitad de esfuerzo que antes. ¡ME ENCANTA! Sin embargo, me sigue preocupando el molesto dolor en el tendón de Aquiles del pie izquierdo que se ha desarrollado hasta inflamarse un poco y volverse bastante rojo… Con solo una semana para el maratón de Brighton (Inglaterra), ¡espero que se me pase cuanto antes!
De visita al fisio
Tras acudir a una cita para ver a un fisioterapeuta deportivo, me quedé tranquila ya que podría correr la maratón de Brighton finalmente, a pesar de que me fuera a doler un poco, pero no tanto como para que me impidiese correr. Así que allá me fui a trotar a lo largo del paseo marítimo en un día precioso y soleado. La maratón de Brighton es verdaderamente un evento fantástico, con un ambiente único y lleno de energía, ¡casi como un carnaval! Por mucho que me pesara, este no fue un día para batir récords, pero me conformo con las 3h:49m teniendo en cuenta que mi tobillo era ahora 3 veces más grande de lo que debería y había pasado a tener un tono morado extraño… No muy buenas noticias la verdad.
Tenía la corazonada de que la lesión en el tendón de Aquiles podría haberse derivado de mi postura en la bicicleta y no de mi forma de correr, ya que el dolor empezó durante el fin de semana de entreno en Francia; la maratón simplemente empeoró la situación. Tenía la impresión de que mi sillín estaba probablemente demasiado alto y que había estirado excesivamente el pie en la posición aerodinámica en contrarreloj. Al haber utilizado hasta entonces una bicicleta de carretera específica para mujer (que incluso con los acoples de triatlón seguía sin ser para nada aerodinámica), me pasé a un cuadro de carretera aerodinámico mucho más agresivo, diseñado concretamente para ir en una postura más baja, por lo que pienso que no encontré la posición corporal adecuada. Con esto en mente, decidí visitar a Nichola Roberts para hacerme un estudio de ciclismo/fisioterapia, ya que me la habían recomendado un par de personas. Nichola fue muy exhaustiva a la hora de examinar tanto mi lesión como mi posición sobre la bici para poder llegar a la raíz del problema y conseguir que pudiese volver al buen camino para rodar cómodamente con la bici y libre de lesiones. En consecuencia, tuve un par de sesiones en las que movimos diversos elementos de la bicicleta y me recomendó ejercicios de refuerzo. Ahora con la nueva posición me siento mucho más cómoda y con más energía sobre la bici. ¡Muchas gracias Nichola!
Así que después de solucionar el tema de la posición en la bicicleta y UN MONTÓN de práctica en psicina (por lo menos estaré más fuerte para la sección de natación), estoy encantada de que en mi lago preferido tendrá lugar el evento de natación Shepperton Open Water Swim, que acaba de inaugurarse, por lo que he tenido la oportunidad de poner a prueba mi nuevo neopreno Orca Predator. ¡Este traje sí que es innovación pura y dura! Las mangas y la parte superior del cuerpo son de neopreno de 0,88 mm de grosor, y en cuanto lo sacas de la caja notas que es superfino y ligero, pero cuando te lo pones y lo pruebas en el agua ofrece un nuevo nivel de libertad de movimiento. Apenas notas que llevas puesto el traje en los brazos y el rango de movimiento es mucho mejor que cualquier otro neopreno que haya probado, totalmente libre de restricciones. ¡Y el ajuste es una pasada! Las cosas como son: me lleva un mínimo de 10 minutos ponerme el traje totalmente, sobre todo porque tienes que tener cuidado con las zonas más delgadas del traje, pero una vez puesto ¡queda como un guante!
Mi neopreno anterior era bastante básico, así que he notado muchísimo la mejoría en ajuste y las tecnologías innovadoras cuando renuevas tu traje por uno de mejor categoría: ahora no solo puedo moverme con menos restricciones, sino que además ofrece una gran sensación de sujeción y flotabilidad en los lugares adecuados. ¡Brindo por las experiencias acuáticas que podré disfrutar con el Predator!
Y sigo entrenando…
Ya estoy lista (bueno, casi) para seguir entrenando y estoy a punto de embarcarme en en otro fin de semana de entrenamiento, esta vez toca la isla de Arran (Escocia). Viajaré con el mismo grupo de amigos, así que debería ser igual de divertido que la última vez, aunque planeo entrenar más duro y durante más tiempo. ¡Y CON ALGO DE SUERTE no nos tocará lidiar con el típico mal tiempo escocés!
Solo quedan 8 semanas para el Ironman de Zúrich… ¡La cuenta atrás ha empezado!
